Querida madre,
Hoy tengo la necesidad de
escribirte a ti. Tú que siempre has estado entre las sombras protegiéndome,
cuidando de mí hasta convertirme en la persona que soy hoy. Me sentiría satisfecho
si me parezco en algo a ti, porque desde muy pequeño supe que yo de mayor
quería ser como mi madre. Supe que seguir tus pasos era lo correcto, supe que
seguir tu ejemplo me proporcionaría la felicidad y la alegría que todas las
personas buscamos.
Tú siempre has querido lo mejor
para mí, sin pedir nada a cambio. Tú me enseñaste a gatear, a andar, a hablar,
a leer, a escribir y a pensar por mí mismo. Y a amar. Tú me enseñaste un mundo
gris y lo pintaste de colores, pero sin caer en mentiras para disfrazarlo.
Simplemente me hiciste darme cuenta de las pequeñas cosas que me harían feliz.
Y hoy quiero decirte que lo
siento. Siento no ser capaz de decirte te quiero todos los días. Siento no
abrazarte y darte los besos que mereces. Porque sólo mereces que te pasen cosas
buenas. Porque desde que nací lo has dado todo por mí y por mis hermanos, y no
quiero que pienses que no lo sé valorar. Siempre estás presente en mi corazón.
Entiende que jamás te veré vieja,
que jamás te vi ni te veré ignorante, que si me pongo nervioso o arrogante es
porque estoy acostumbrado a lo instantáneo, y debo aprender a esperar. Perdona
mis caras de desesperación y mis nervios, pero has de saber que lo único que
quiero es estar contigo y que estés llenas de felicidad como tú haces que yo lo
esté. Te quiero como sólo a una madre se puede querer, siento no demostrártelo
cada día.
Sólo quería decirte hoy esto:
quiero a mi madre, y que tengas presente que en cada situación que se me
presenta me pregunto, ¿y esto cómo lo resolvería mi madre? Porque has pasado
por mil circunstancias que podrían haberte hecho caer, pero sigues de pie y andando.
Porque hemos pasado juntos calamidades y seguimos en pie y corriendo. Por eso
quiero ser tan valiente como tú eres, tan fuerte como tú eres, y tan bueno como
tú eres.
Tú me enseñaste que caer
sólo me hace más fuerte
y que el ahora es un regalo
y por eso lo llamas presente.
sólo me hace más fuerte
y que el ahora es un regalo
y por eso lo llamas presente.
Aprendo cada día contigo
es lo que tienes que saber,
eres la bondad hecha persona
y eso es lo que quiero aprender.
es lo que tienes que saber,
eres la bondad hecha persona
y eso es lo que quiero aprender.
Tú luchaste con gigantes
por mí y mis hermanos
ahora somos nosotros los gigantes
es normal que te protejamos.
por mí y mis hermanos
ahora somos nosotros los gigantes
es normal que te protejamos.
Es normal que te queramos
es normal que te cuidemos
no hay como pagar lo que haces,
es así de simple: te queremos.
es normal que te cuidemos
no hay como pagar lo que haces,
es así de simple: te queremos.
Te quiero.
Adrián G. Marín