¿Te ahogas en sufrimiento?
¿O es sed, negra paloma,
de tal gélido sentimiento?
¿Qué harías si desgarro tus entrañas
y me llevo tus lágrimas
vistiendo de nuevo
de azul el cielo?
Escucho tus plegarias
y me río a carcajadas,
sabrosas cual venganza
tras saber que tú,
y tus puños,
y tus lamentos,
le dan la espalda a la luz
y se sirven un caldo
de lágrimas
convertidas en versos.
Pregúntale a tus plegarias
si realmente quieren llegar al cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario