domingo, 14 de diciembre de 2014

Día 17 (EDICIÓN ESPECIAL Parte IV). Torrevieja Zombie.

- Y yo me alegro de verte a ti, Adri - respondió Álex estrechándome la mano.
Alcé las manos para calmar a todo el mundo y todos bajaron sus pistolas. Había más gente sobreviviendo en esta ciudad infectada, y poco a poco íbamos encontrándonos. Sólo hacía crecer en mí la esperanza de que el resto de mi familia estuviese a salvo en algún punto desconocido para nosotros.
- ¿Cuánto tiempo lleváis aquí? - le pregunté a Álex mirando hacia la persona que aún se escondía en la esquina tras el armario.
- Es Aris - me comentó Álex leyéndome en la mente la pregunta de quién era -. Hace una semana se abrió la cabeza contra un bordillo escapando de esas cosas y no ha vuelto a ser el mismo.
- Zetas - dijo Claire - nosotros los llamamos zetas.
- O zombies - siguió Asun
- ¿Y has estado cuidando de él el resto del tiempo?
- Por suerte pudimos encerrarnos aquí a tiempo y nos mantenemos gracias a las reservas que llevábamos. Hoy mismo tenía que haber salido a por más provisiones, porque se nos habían acabado.
Me acerqué a Aris para darle un abrazo. Hacía muchísimo tiempo que no veía a ninguno de los dos, y me alegré bastante de verlos, aunque fuese en aquella situación. Le miré la frente al pobre Aris. Tenía una cicatriz desde la mitad del cráneo hasta su ojo izquierdo. El golpe debió ser impresionante como para hacerse tal montruosidad de herida. Por suerte estaba bien curado y tratado, Álex se encargó de eso.
- ¿Cuál es el plan?
Me hubiese gustado que no fuese Mari quien hiciese la pregunta. Porque no tenía respuesta. Fuera se oían los golpes de los brazos muertos de los zetas golpeando la chapa de la puerta de la tienda en busca de algo que llevarse al estómago. Nosotros. Teníamos que salir de allí, y yo sentía que estábamos atrapados en una ratonera. Nosotros los malditos y desprotegidos ratones. Y habían soltado a los gatos.
- Yo tengo un plan - dijo Raúl aún quejándose de sus heridas -. Podemos coger otro camión de algún lado. Me sentí muy seguro en aquella cabina. Al menos más seguro que aquí
- ¿Dónde encontramos otro trailer? - preguntó Javier
- Yo creo que puedo conseguir uno - respondió Mario - pero queda un poco lejos de aquí. Además, tenemos que salir antes de aquí.
Todos me miraban a mí. Y aún no sé realmente por qué.
Me levanté de al lado de Aris y me dirigí al resto para explicar un plan que se me había ocurrido. Pondríamos hacer ruido de alguna forma al otro lado de la calle para que los zombies se alejasen de la puerta para que Mario y yo fuesemos a por ese camión que decía que podía conseguir. Pero siempre existe un pero...
Gema dio un chillido, pero ya era demasiado tarde. Aris se levantó a hurtadillas, ocultándose en las sombras y se puso detrás de mí. Me agarró con un brazo por el cuello y me puso un cuchillo en la yugular.
- Muévete un poquito y te degüello.

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