miércoles, 15 de octubre de 2014

Día 12. Torrevieja Zombie.

El cóctel Molotov cayó sobre el parabrisas del camión, impregnando todo ello de gasolina y prendiéndose al instante. Salté rápidamente abajo sin preocuparme de los no muertos. Cogí del brazo a Gema y tiré de ella hacia fuera. Hice lo mismo con Mari, y lo intenté con Javier una vez más, pero estaba encerrado entre el humo. Miré una vez más a Claire, pero se había metido dentro del camión de bomberos. Javi comenzó a pitar desesperado. Estaba quedándose sin aire. El fuego cada vez más alto. El parabrisas a punto de derretirse por completo.
De repente el camión de bomberos dio un pitido largo y conciso. Dio marcha atrás y se puso al lado de nuestro camión. Sin pensarlo dos veces cogí el extintor del lateral del mismo y apagué el fuego del parabrisas. Estaba negro y no se veía nada. Javi consiguió salir por fin, tosiendo sangre.
La rabia y la furia me apoderaron y estampé el extintor contra la chapa del camión de bomberos. Lo tiré al suelo y seguí a puñetazos, centrándome en la puerta del copiloto. No había dolor. Solo ira. Estábamos perdidos sin camión.
Claire bajó del coche con una sonrisa sincera.
- Tranquilo, tranquilo - dijo -. No sabíamos que erais vosotros.
- ¿A quién cojones esperabas? - me enfrenté a ella -. ¡Has estado a punto de matarnos, jodida lunática!
Le di un puñetazo más a la puerta del copiloto justo en el momento en que otra cabeza asomaba por la ventanilla.
- Nos habéis asustado - señaló Asun -. Creíamos que erais los otros.
¿Qué otros?
- ¿Qué otros? - preguntó Gema
- Son unos gilipollas que van por ahí con armas de fuego creyéndose los reyes del mambo - contestó Asun.
- Y por lo que veo son peligrosos - continué yo.
- Nos dispararon sin miramientos cuando nos acercamos por la costa.
Mari intentó decir algo, pero nadie más que yo la oí. Fue algo que se quedó en mi memoria, pero que no conseguí descifrar hasta días después.
- Menos mal que está el camión de bomberos - dijo Asun -. Cabemos todos.
- ¿Cuál es el plan ahora? - me preguntó Claire en privado.
¿Otra vez yo? ¿No había otro?
- ¿Cuál era el vuestro? ¿Por qué quemar el instituto?
- Conseguimos encerrar a decenas de ellos dentro - narró Claire con la mirada sumida en oscuridad. No quise preguntar por aquella sombra que le rondó los ojos. No quería buscar una respuesta todavía.-. Pensamos que quitar de en medio a tantos zombies sería lo mejor para nuestra supervivencia.
- ¿Y vuestro siguiente paso?
- No teníamos
Genial.
Nos montamos todos en el camión, Claire al volante. Yo de copiloto y los demás en los asientos de atrás. El camión era amplio y cabíamos los seis. Claire arrancó y condujo hasta el Mercadona, dejándolo atrás. Carretera a la Mata. Miré por la ventana sin percatarme que abandonábamos la ciudad. ¿No tenía yo un plan?
- ¡Para! No podemos irnos aún de Torrevieja. No sin saber si hay alguien más vivo.
Les di un discurso. Un discurso en el que incluí mi plan. Y mi plan era coger las armas que encontraríamos en el único lugar en el que se me ocurría. La comisaría de policía. O una de sus oficinas. Recordaba una cerca de la avenida Habaneras que podría ser accesible. La oficina cercana al Carrefour la descarté de mi cabeza. Era demasiado grande. Demasiados zombies podrían estar rondando en su interior.
Fuimos para allá. El camino sería largo. Todo estaba abnegado. Todo era siniestro. Pero ya teníamos un plan en marcha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario