miércoles, 15 de octubre de 2014

Día 9. Torrevieja Zombie.

Tuve que interrumpir la escritura del día anterior. En el momento en el que apareció Mari tras ella llegaron una docena de zetas, arrastrándose por los suelos.
- ¡¡Socorro!! - gritó de repente.
No era un zombie. Iba exactamente igual que ellos, con sangre coagulada en el rostro y ropa y con una cojera visible. Pero no era una de ellos. En cuanto nos vio corrió hacia nosotros, yo le abrí la puerta rápidamente para que subiese. Sin que ella se diese cuenta, cuando le ayudé a subir le hice un respaso rápido por las zonas del cuerpo visibles para saber si la habían mordido o no. Parecía que no. Podíamos jugarnosla.
- He estado encerrada en el laboratorio 7 días - dijo nada más sentarse -. He salido porque os he oído llegar con el camión, no podía seguir allí.
- Tenemos que entrar en la farmacia, Mari - dije -. Quédate aquí y tranquilizate.
No podía decirle que estaba a salvo, porque no era verdad.
Raúl arrancó el camión y dio una vuelta a la rotonda haciendo que los no muertos que perseguían a Mari siguiesen su rastro. Una vez bastante alejados los no muertos, volvimos a bajar Javi y yo y meternos en la oscuridad del hospital. No había red eléctrica, todo estaba hecho un caos. Dimos unas vueltas de más por el hospital, no me acordaba del todo bien dónde estaba la farmacia al fin y al cabo.
Fuimos en completo silencio, los zetas parecían no oírnos y no les llamamos la atención hasta el último momento, en el que Javi tiró una camilla al suelo y tuvimos que salir corriendo sin tener todos los medicamentos en la bolsa como queríamos.
Una vez en la cabina del camión algo nos llamó la atención a Javi y a mí. Lo dijimos a la vez mirándonos uno a otro.
- ¿Dónde cojones está Raúl?

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